Entre las consecuencias más importantes de la Segunda Guerra Mundial destaca la aparición de dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética. Su presencia modificó las relaciones internacionales de las cuatro décadas siguientes, sobre todo, por su antagonismo ideológico, sus intereses económicos y en sus luchas por la adquisición de posiciones estratégicas, lo cual dio a lugar a la llamada “Guerra Fría” considerada un enfrentamiento ideológico que sostuvieron ambas potencias durante la posguerra, que se manifestó a través de presiones políticas, militares y económicas, sin una declaración formal de guerra.
El mundo, al verse sumergido en un sistema bipolar en el que no eran admitidas posiciones intermedias, se vio obligado a dividirse en torno a las dos potencias. Las condiciones de desastre económico en que vivía Europa debido a la guerra obligaron al gobierno Estadounidense a prestar ayuda financiera, Paulatinamente Estados Unidos se convirtió en el contrafrente occidental del bloque soviético.
Se dio así un apogeo del Sistema Capitalista en Occidente. Durante estas décadas, las desigualdades se reflejaban en la sociedad, sobre todo en los sectores más desfavorecidos y marginados del desarrollo capitalista, lo cual generó un espacio propicio para el desarrollo de nuevas las ideologías revolucionarias que buscaban modificar la situación.
Como consecuencia de esta polarización ideológica surgieron por un lado la aristocracia y por el otro las masas campesinas. La propuesta de Paulo Freire se asienta en la postura que criticaba al sistema capitalista, por lo que establece las bases para una educación de la liberación revolucionaria.
miércoles, 20 de mayo de 2009
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